La dulce envenenadora o una viejecilla de armas tomar

Hola de nuevo

Me vais a decir que soy una pesada pero hoy traigo de nuevo a Arto Paasilinna, si es que no puedo negar que ha sido todo un descubrimiento para mi este año.

«La dulce envenenadora» continúa el estilo del autor. La coronela Linnea Ravaska una frágil y dulce octogenaria, viuda de un coronel del ejercito finlandés es acosada por su sobrino-nieto político de la forma más cruel y despiadada, la mujer vive simplemente aterrorizada por las visitas mensuales de este pero lo soporta con estoicismo hasta que un día teme no por sus precarios ahorros sino por su vida. A partir de ese momento la pobre mujer se ve envuelta en un cúmulo de enredos y decide poner los puntos sobres las ies, ya no está dispuesta a vivir muchos años en semejantes circunstancias, el veneno es la solución más rápida para poner fin a su vida si las cosas van a más y el cansancio la doblega.

Este es a vista de pájaro el sentir de la protagonista y si a simple vista os parece una historia cruda pues si, lo es, pero tiene derroteros inesperados que hacen que la historia se vuelva no solo absolutamente delirante sino que además nos hace analizar la dura realidad de las muchas personas mayores que sufren el acoso de sus familiares que buscan una herencia en vida o mejor aún en muerte. No es una situación fuera de lo común en la sociedad actual lamentablemente, siempre habrá algún zangano en la familia que sin dar un palo al agua busca vivir de los más débiles haciendo uso del derecho de sangre.

A esta crudeza Paasilinna le da un giro con su especial habilidad para hacernos disfrutar de un libro con una temática terrible y una sociedad desangelada dejándonos al final una sonrisa usando para ello los más inesperados personajes y situaciones llenando de frescura sus textos, frescura que en los tiempos que corren se agradecen mucho por lo que no dejaré de recomendaros a este autor o a otros como David Safier o Christopher Moore, porque ente tanta crudeza solo nos quedará los libros y la sonrisa que ellos nos dejan al pasar la última pagina.

Hasta la próxima lectura